Vengo de caminar y siento
el rincón sin corazón del mundo,
la hamaca de lunas y soles,
los aguaceros pronosticados
que pasan para otro lado
como si no supieran llegar hasta aquí
El poema es un hospicio
de heroicos, multitudinarios,
los que empiezan a formar verdín,
moscas y hormigas, basamento cristalino,
o como se escriba, vehemente
el último piedrazo a la frente de Dios.
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