I
Soy un triangulito
me prenden
un dos exploto
II
El tiempo para ser
un poco jurídicos
y hacer sapito
con una piedra pensada
III
Porque si se habla de comida
o ración literaria
que quede allí arriba,
adonde está la cumbre
IV
Tengo el teléfono en la mano
Ya no lo tengo
¿Dónde lo dejé?
¡Lo tenía en la mano!
V
A un movimiento
de la claridad en el pensamiento
Cerca, tan cerca
grandes caciques pampeanos
VI
De ministerio a secretaría
De secretaría a agencia
De agencia a casilla de correo
Democracia Zip
VII
Economía Horacio,
¡Economía!
Sentido común y salario
también soberanía
VIII
La democracia sana
El ciclo,
las crisis
El pueblo aprende nombres
IX
Se mete el dedo en la boca
y vomita policías
¡Tienen las rodillas hacia adelante!
¡Tienen piedras en la mano!
¡Tienen los dedos en el gatillo!
X
Protección solar
para ver quién viene
a sacarnos del estado natural
y añadir valor
como se añade peso al dólar
XI
A pie, ser optimistas
de intelectuales aturdidos
que no pueden distinguir el golpe
de los que sacuden el bombo en las calles
de los que devuelven la pobreza a su sitio
XII
Hay que saber salir
Hay que saberse uno
todos predestinados
Qué necesidad
XIII
como ganado
como perros
como hormigas
XIV
Un mes barriendo suelos
para alcanzar la luz
Un día tomando colectivos
para llegar a casa
XV
A la patria la pusieron
en un lugar seguro,
hay que aguantar,
no ceder derechos
XVI
Días de debate en el Congreso
cientos de miles en las calles
bajo el invierno y la lluvia,
tanta democracia, tanto pionerismo,
tanto derecho sin ley
XVII
Por existencia
y reconocimiento
cada lucha
empieza de vuelta
XVIII
En las clases de Muzzoppapa
ni un mosquito se duerme
todos marchan para atrás, mirando al frente
con el mapa político de la justicia
y el concierto de las revoluciones
XIX
Imprimo apuntes de economía
sobre poemas de otros años,
me ponen grillo de apellido,
somos colegas
tenemos el mismo apellido
XX
La crisis llegó al poema
no alcanza para la imagen
para hacer el fuego
no alcanza
XXI
Erg de las urnas
dicen que no, pero es genocidio
reprimir la voz del pueblo en una cara,
el pañuelo verde en una mochila,
reprimir marchas y usarlo de campaña,
arrodillar el sistema previsional y la salud,
decir que los pobres no llegan a la universidad,
caminar con botas por el barro si hay camino
XXII
Mercados de diablos
para hacer tiempo en democracia
y juntar las pelotas de las normas
mientras los niños preguntan
¿Dónde está la República?
Los manuales dicen que en Buenos Aires
XXIII
Puedo elegir la canción,
el yo que se me va
la naturaleza tiene los bolsillos llenos,
pero en la cabeza todo pasa
XXIV
Nuestra jaula de coerción
escribe peomas de continente subdesarrollado,
del cambio una vueltecita, aliento largo
con la boca tapada y el puño cerrado,
la mirada en el piso y todos tranquilos
XXV
Nación escalena
para el señuelo de fe,
con la esencia del arte
sólo permite salvedades,
decretos de necesidá y urgencia
XXVI
Suerte vivir
antes que digan
ya no se puede
vivir de nuestras posibilidades
XXVII
Necesito terapia
de la que se paga,
todo me enfurece, un adverbio,
una coma, me ponen loco
ir por la calle, andar vivo
sin Marisa Wagner
XXVIII
Si quiere inmortalidad
como las Voces de Porchia,
deje las gracias para los monos,
y toque una que sepamos todos
XXIX
Libro manchado de sangre,
el pueblo dejó todo
para que venga uno solito nomás
a sacar el lecho y usarlo de contrabando
en el cuaderno de risas
XXX
Con el mate
me voy para Arenales y Talcahuano,
a ver si existe
el árbol del tirano
XXXI
Yo le rezo a Urondo
Tú le prendes una vela a Galeano
Él suelta una paloma por Ugarte
Pero ni un día más
escribir los días pueden,
ellos matan,
ellos matan
XXXII
No reconocemos el fruto de nuestro trabajo
y encima, sobre lo poco que se ha conseguido
sobre lo poco que se nos ha escuchado
en democracia, obran
como alienígenas ancestrales
o policías voladoras de Dubai
XXXIII
Para mirar hacia Malvinas
hay que girar el cuerpo
por error
por accidente
por un pelito
ni en el inodoro me quiero sentar
XXXIV
Con una palabra el verso termina bien,
y entre sí mejora el circuito estadístico,
pero no llegan a los jubilados
pero no llegan a los comedores
XXXV
Que somos de tiempo
Que no hay espacio para todos
Que el tiempo que nos quitan
Que enemigos de la patria
Tan encantadoramente
Enemigos del pan, de los niños,
de las abuelas, de los que trabajan,
Participar en un concurso
para ignorar la democracia
Muy original. Me ha gustado su lectura.
ResponderBorrarSaludos.
Muchas gracias por pasar y el comentario. Saludos cri!
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