Cementerios mecánicos
en pocos metros cuadrados
con el ático lleno
miran a través del mundo
y recargan memoria
y ángulos perfectos
y poemas de lunas
con piedras de la tierra
Nombres de tinta
con corrector al borde de la mesa,
de la silla
rayados nombres al metal
van pero se quedan,
en manchas y desgajes
terminan
en ene, ese o vocal.
Tarde de Domingo
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